Es un placer acercarse a trotar por las montañas de toda la vida. Aunque solemos acostumbrar a patear estas montaña, la sensación de moverse sin peso es un disfrute. Los trayectos son cortos y de momento la actividad no se suele ir mas haya de las dos horillas (todo se andará). Es una sensación diferente a la de ir camionando, si el corazon y los pulmones le siguen a uno hay tramos de pleno disfrute. Os dejo unas fotillos de la escapada de este pasado jueves merodeando el Adi, aunque teniamos previsto subir a la cima la niebla en el coyado nos ha echado para atras o dejo uns fotillos.
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